Futuro

Y se terminó la temporada. El árbol y nacimiento regresaron a las cajas del depósito hasta el próximo diciembre.

Hoy amaneció de un color diferente para mí, anoche tuve una conversación con mi esposo, una de esas charlas en las que sientes que realmente estás cerca de alguien, sabes que comparte ideas contigo y van juntos por el mismo camino. Me hizo tanto bien saber que me apoya, que pase lo que pase el me apoya y yo a él.

Estos últimos días, he recibido tantas indirectas muy directas acerca de maternidad, como si fuera solo cuestión de parir un hijo y ya, sin pensar en lo que todo eso conlleva, sin pensar principalmente en él antes que en los deseos de la familia. Creo que a estas alturas de la vida esto es algo que debería ser considerado con mucho cuidado, pero la verdad es que en esta sociedad eso es algo que es lo último que se hace, como si la mujer solo fuera mujer cuando tiene hijos, como si un matrimonio no pudiera ser bien considerado si no tiene descendencia, como si el ser padre fuera lo único que tiene que hacer, además aquí tienen la costumbre de que no solamente tiene que ser uno, sino más, los que se pueda, los que salgan, aunque no tengan que comer, que vestir, aunque vivan todos en malas condiciones, aunque no puedas prestarle la atención necesaria porque te tienes que poner a trabajar para mantenerlo, o en todo caso, son tantos que ya no puedes con ellos y terminan creciendo por la santa bendición de Dios. Estoy molesta de alguna manera, pero también los entiendo. Yo no quiero hacer mal las cosas, se que los años pasan, que más adelante puede que sea peligroso para mí si es que quisiera hacerlo, pero prefiero pensarlo mil veces antes de hacerle la vida difícil a alguien que no tiene la culpa de esa irresponsabilidad, a alguien que ni siquiera me está pidiendo venir. Ahora y gracias a mi cuñada tengo una sobrina que me hace muy feliz, ya les hablé de ella, se que mientras pueda le daré lo mejor, espero poder ser un apoyo en su camino, ojalá su destino pueda ser diferente, me gustaría que al menos salga de esta ciudad, que pueda ver el movimiento de una ciudad grande, probar otra comida, sin quejarse de que no es como la que hace su mamá, ampliar su horizonte y no tener ese camino como anoche dijo su mamá, que cuando sea grande va ser mamá como si fuera lo único para lo que la estás criando.