Respira

Y entonces empezó a llover, a pesar de que puedes ver los rayos del sol entrar por la ventana, al mismo tiempo puedes escuchar las gotas caer en el suelo.

A veces me pregunto porque es tan difícil, al menos para mi, convivir con mucha gente al mismo tiempo, esto de hacer trabajo en grupo desde que iba al colegio me costaban un motón. Muchas veces me decían que eso no era bueno a la larga porque al final de cuentas en cualquier trabajo tenía que lidiar con todo tipo de gente. Y es verdad, uno se encuentra con todo tipo de gente, de esas que parece que conoces de toda la vida, de esas que te hacen más fácil el camino; por otro lado están de esas que al pasar el día te parecen indiferentes, es una pena que haya gente que pueda pasar desapercibida en tu vida, pero sabes que están ahí, es solo que tienes la certeza de que si no estuvieran ahí tal vez no habría tanta diferencia, luego, están esas que son llevaderas, son necesarias pero no indispensables, son como una cadena con la que todo sigue funcionando, tienen que estar ahí. Y al final, esas de las que te quejas porque te resultan tan molestas, pero es que de alguna manera es posible sea cierto esto que dicen que no te gusta lo de los demás lo que en realidad te molesta de ti mismo, es posible, lo acepto, pero no en todos los casos, porque realmente hay gente que no entiendes que hace con el oxígeno que respira.

Una cosa que realmente me molesta es que la gente sea desagradecida, desconsiderada, de esas que creen que los demás están en el mundo para servirle, y, encima todavía encuentran motivos para quejarse de cualquier cosa.

"El que no ayuda, estorba", dicen por ahí.

Mi madre me decía: "Si no vas a decir algo bueno de alguien, mejor no digas nada".

En fin, creo que en lugar de prestarle atención a todo eso que puede quitarte tu paz, es mejor seguir con tu trabajo, seguir con tu vida, hacer lo mejor que puedas hacer para que todo vaya bien, porque por más que tú sigas dándole vueltas al asunto esas personas van a seguir igual, ¡ah! porque no puedes hacer nada para cambiarlas, creo que es mejor respirar, respirar, respirar y como ahora, escuchar un buen playlist que te ponga de buen humor, y, ¡canta!, ¡sonríe!. De todas formas, te los vas a seguir encontrando.