sábado, septiembre 04, 2010

Y ya es septiembre

Pues una vez más el día se esta terminando y yo aquí tratando de desbloquear las ideas para poder explicarte lo que anda rondando mi cabeza...

Mientras el sonido que me avisa que alguien acaba de llegar, yo trato de despertar de este sueño entrecortado, a medias, con el que se me fue parte de la tarde haciendo variar los planes que tenia.

Toc!! Toc!!

Yo cierro los ojos porque aún no me animo a mirar.

Toc!! Toc!!

Y de nuevo llego a la misma conclusión. Eres tú... vienes a buscarme pero esta vez tampoco dirás nada.

Me contaste que hay alguien más, que alguien se te acerco para decirte que en estos últimos días se había fijado en ti y que quería entablar aquello que, según tú, no tenias ni idea. Ya llevamos los últimos 5 años llevando esta vida a cuestas entre los dos, esta vida que entre cosas buenas y malas nos ha mantenido unidos a pesar de todo lo que hicimos mal. La distancia es algo que nos juega en contra, tú ya me dijiste que esto seguiría mientras el tiempo y las circunstancias nos lo permitan.

-Es más fácil que tú conozcas a alguien. Hay mucho mas gente allá que aquí.

Esa noche solo me reí de esa idea, hoy acabo de comprobar que entre 2 millones o 2ooooo, ambos tenemos las mismas posibilidades.

Aún sigo contando.

Te diste cuenta de la hora que es... ya paso un año más y las cartas que te escribo siguen siendo igual de largas, igual de parecidas a mi, igual de directas a ti. Tengo la última. Tengo las demás. Tengo incluso la que no te llego. Las leo, las entiendo ahora que dejo de llover, ahora que no te busque solo para refugiarme, solo para que sepas que estoy aquí, solo para que me sientas tanto como quiero sentirte yo. De la primera a la última, desde el saludo ceremonioso, frío e incluso sin sentido, hasta ese momento en que después de un suspiro, mi mano a orden de mi cerebro comandado por mi corazón se hubiese animado a decirte: -Te amo.

Creo que solo depende de ti y de mi, en este caso esta distancia que dice existir entre nosotros es solo porque nosotros le damos espacio, esta alimentada con un poco de cobardía, una pizca de vergüenza, unas gotas de nerviosismo, una cucharadita al ras de miedo a perder o a ganar, una taza de pena y por supuesto la incertidumbre de saber si va funcionar o no.

- Yo voy. Pero tú también puedes venir.

- Yo me la juego. Pero tú aún estas dudando.

No hay comentarios.: