jueves, septiembre 23, 2010

Elegir

Llevo horas pensando como comenzar este post, sentada en la cama, con una buena taza de te, una conversación a distancia con cierto toque de picardía y coqueteo que es un vaivén de sensaciones, de ese "no" que esconde un "si" que tienes que buscar para compartir.

Y ahí estás, sonriendo de nuevo frente al teclado, vapor de agua caliente que empaña los lentes, viento frío que se asoma por la ventana, perros ladrando tras un auto desconocido que cruza por la avenida, evadiendo lo inevitable, esquivando la avalancha, engañando al tiempo con trampas a las manecillas.

Entonces llega el momento, vuelve esa frase a la corrida de toros de mis pensamientos, "Nosotros siempre elegimos", incluso cuando hacemos lo que otros nos dicen, lo hacemos porque nosotros elegimos hacer, siempre eres vos el que elige acatar las ordenes, quieras o no siempre eliges, si no haces algo es porque vos elegiste no hacerlo, incluso cuando no sabemos que elegir, ya elegimos algo, cuando vamos a perdirle un consejo a un amigo, lo que buscas es que confirme que lo que ya elegiste, está bien o no.

Así que estar aquí escribiendo también es mi elección, el como estás sentado frente a este monitor, tus manos, TODO, es nuestra elección; parte de eso también es hacerse cargo de las consecuencias de esas elecciones, buenas o malas, dulces o menos dulces, son el resultado de esas elecciones.

Ahora esta otra: "Te elegiría a ti...". Los bombardeos de ideas se detienen un instante, recuerdo tu rostro. Aún esa taza de te demora la llegada de los sueños que vendrán. Y escucho: "Si tuviera que elegir...". La vida es un millón de momentos.

Es ahí donde parpadea esa lucecita, "ya me tengo que ir". Los intentos de pararme frente a esas manecillas con armadura, arco y espada funcionaron un instante, bajo los brazos, me miras, eliges dejar todo esto una vez mas en: "Tiempo al tiempo, ya nos pondremos de acuerdo otra vez". Ya elegí: "Dejarte ser".

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