viernes, marzo 22, 2019

Familia

Ha parado de llover, después del sol y calor de la mañana de repente se escucharon los truenos y empezó la lluvia.

Que bueno que nos llegó un poco de agua, porque nos hacía falta para aplacar las tierras locas que se van secando tanto con el calor.

Hay cosas que nunca se confiesan, por lo menos no cuando estás muy consciente.

Pero de vez en cuando te dan tantas ganas de contar las cosas que es algo así como una liberación, para quitarte un peso de encima, pero es que hay cosas y cosas que contar, de esas que por ejemplo son de las más sencillas e incluso te parecen sin importancia, hasta esas que pueden cambiar el destino o el resultado de algo que es para ti o no, es que de alguna manera, aunque pensemos que solo somos nosotros en este mundo, la verdad es que todos llegamos a estar relacionados de alguna manera incluso sin saber. Eso por un lado, es algo increíble pero por otro lado, te hace pensar que hay alguna persona en el otro lado del mundo, o incluso más cerca, que puede estar pensando en ti en este momento y tú ni siquiera lo imaginas. Entiendo que no podemos tener el control de todo, que no podemos saberlo todo, que seguimos aprendiendo en el camino, que nos equivocamos, que puede que aunque la idea sea ser feliz sin ir dejando cadáveres en el camino no sea tan sencillo como pensábamos, al menos tratamos de hacerlo.

Me alegra mucho saber que ahora están juntos, mi familia, mis hermanos y mis papás, me da gusto saber que después de tanto tiempo mi mamá pudo ver a su hijo mayor. Y más mi papá que me dice que todos los días me va contar lo que hacen. La distancia es algo que mi papá sabe manejar muy bien. Me hubiera gustado mucho estar ahí.

Hoy mi amiga me contó que defendió su tesis, ahora es licenciada en turismo, ella es mi amiga desde que estábamos en la primaria, fue mi compañera de aventuras toda la secundaria, mi cómplice, de esas personas que se conocen tanto que sabes lo que piensa con solo la mirada, ella sabe tanto de mi que aún teniendo todas las armas no se atrevería a matarme, me ha visto en los peores momentos, me acompañado en las más difíciles situaciones, sabe como arropar mi alma cuando más lo necesito, sabe regañarme cuando me lo merezco, sabe bajarme a tierra y darme ideas para seguir volando, por eso me alegra tanto saber que consiguió algo más en su camino, me alegra mucho más que no estuvo sola, que su esposo estuvo a su lado también y fue un logro más para los dos.

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