lunes, octubre 17, 2011

Faith


Pues ya estamos en lunes.

Hace un par de noches tome esta fotografía porque quería mostrarte lo que estaba viendo, esa luna llena, tan grande, esas luces a de colores, este que es mi mundo ahora, mi ciudad, mi barrio.

Yo se que donde estás puedes ver la misma luna, puedes ver ese brillo, el mismo que ilumina mi camino cuando estoy regresando a casa. De alguna manera, sentí que estabamos en el mismo lugar, como si con solo cerrar los ojos te hubiera traído a mi lado. Cuantas veces escuchamos eso de... "tan lejos pero tan cerca". 

No hay noche que pase sin que desde el fondo del corazón estemos deseando compartir más cosas juntos.

- Quisiera que pudiéramos cocinar juntos.
- Yo también!

Tengo tantas ganas de cambiar nuestros "quisiera" por un "vamos a hacer esto juntos", aunque es inevitable sentir esta distancia, pero no hay nada imposible, yo se que vamos a tener muchas cosas, que hay tanto esperando por nosotros, no se si allá, aquí o en otro lugar, vamos a tener más, tanto que ni siquiera podemos imaginar.

- Pray...

- Yo estoy rezando por... ( y se me ocurren tantas cosas)
Y pensar que a veces nos da tanto miedo desear algunas cosas porque sentimos que no las merecemos.

Se llaman bendiciones, sea cual sea la religión que tengas o en lo creas, incluso si le llamas suerte. No pienso pedirte que creas en lo que yo creo, es solo que quiero que volvamos a sonar.

Estuve soñando con una casa blanca, pequeña, eso parecía, escalones hacia una puerta de madera barnizada con un par de ventanas largas a los lados, un árbol que mostraba que era otoño aun, unas ventanas tal cual yo había imaginado alguna vez que mi casa tendría, al parecer yo estaba en la acera esperándote, viendo a la gente pasar como si no me vieran, el timbre de un celular que mostraba tu nombre, una respuesta que decía: 

- Ya estoy llegando, no te muevas!

De nuevo la misma casa, pero esta vez estabas adentro, llegando del trabajo me imagino, yo con unas llaves no había visto antes. Ahí estabas tu con esa sonrisa que me alegra tanto la vida.

Otra vez, esta es la tercera en la semana, esa misma casa. 

Recuerdo que un tiempo antes de irme a trabajar al campo, tuve un sueño similar, vi la ventana de mi dormitorio, con ese árbol enorme, de hojas verdes que se mecían con el viento, también escuche la lluvia. Al llegar allá, donde fui a vivir encontré la misma ventana, ese árbol y con el tiempo escuche la lluvia. Por eso es que ahora creo que en algún momento voy a ver esa casa, no se si va ser el lugar donde voy a vivir, espero que si, tal vez sea un lugar parecido o simplemente es que eso es lo que quiero para mi... para nosotros.

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